En un mundo acostumbrado a que las transacciones se llevan a cabo presencialmente en eventos sociales, reuniones privadas, subastas y ferias de arte, el contacto humano sirve como catalizador para todo intercambio millonario, pensemos en el magnate del sector energético que no estaba tan convencido de adquirir el Basquiat tan esperado en subasta, pero que un bourbon con el galerista lograba convencer. O aquella coleccionista de renombre que descubría artistas emergentes gracias a las ferias locales y a las exhibiciones de graduación de las escuelas de arte y más importante ¿Cómo sabremos el precio de las obras si no son visibles al público y la amable señorita de la galería no está presente para ignorarnos mientras vemos un cuadro con interés en su galería?
Eliminar el factor de contacto humano del mundo del arte, implicó una reestructuración total además de un impacto económico sin precedentes, el más impactante desde la caída por la crisis financiera del 2009.
Geográficamente, los tres principales hubs del mercado del arte, Estados Unidos, China y Londres sufrieron pérdidas significativas, sin embargo China fue quien experimentó la menor caída, se le atribuye tentativamente a una recuperación desfasada por ser por primeros en resentir los efectos de la pandemia y por lo tanto los primeros en adaptarse e innovar. Sus mercados, galerías y subastas reiniciaron actividades antes que los estadounidenses y los británicos, lo que marcó una pauta para su ventaja. En cuanto a Estados Unidos y Londres, la recuperación ha sido cautelosa y lenta pero se ha adaptado el modelo y este mes por fin se abrieron algunos museos y se retomaron algunas ferias como Frieze NY.
Si bien la pandemia aceleró el desarrollo y adecuación de nuevas tecnologías al mundo del arte que permitieron la existencia de subastas híbridas, online viewing rooms y hasta el lanzamiento de las obras NFT, también tuvo un impacto en el tamaño del mercado.
De acuerdo con el informe 2021 de Art Basel, las ventas globales del mercado disminuyeron 22% en comparación con 2019, casi un cuarto del total del mercado. El mercado del arte alcanzó un máximo en 2015 y empezó a desacelerar, por lo que destaca esta caída en un momento en el que el mercado estaba ya de por sí enfriándose.
Resalta que las ventas online alcanzaron un máximo histórico de 12.4 miles de millones de dólares, aumentando 25% respecto al año anterior, el incremento se dio gracias al contexto en el que por un periodo largo de tiempo fue el único canal disponible para la adquisición y venta de arte. A pesar de esa limitación, muchos agentes del mercado se resisten aún a incursionar en el mundo online.
En este punto es interesante pensar también en quiénes son los pioneros aprovechando las nuevas plataformas, se podría pensar que serían generaciones más jóvenes de galerías y artistas quienes dominarían esta área, sin embargo fueron las grandes casas de subastas como Christie’s y Sotheby’s y galerías ya posicionadas como David Zwirner, quienes innovaron y aprovecharon estos espacios para llevar a cabo sus transacciones y expandir su base de clientes.
Museo de Louvre solitario, El Diario Vasco
Museos
En cuanto a los museos, el alto total en el turismo mundial y local representó un golpe brutal para su estructura. Imagínate que un recinto como el museo del Louvre, uno de los museos más visitados del mundo, pasa de recibir 9.6 millones de visitantes -lo equivalente a que todos los habitantes de París (2.1 millones) fueran al museo 4.5 veces durante ese año- en 2019 a tan sólo 2.7 en 2020, lo equivalente a que la población de Chicago lo visite una vez.
Se estima que las visitas al top 100 de los museos a nivel global, bajaron 70% en promedio y cerraron aproximadamente un tercio del año de manera total. Este 70% perdido equivalió a 41,000 días de visitas, ¡más de lo acumulado durante un siglo!
Los museos al igual que los canales del mercado del arte, se adaptaron a la nueva realidad y desarrollaron visitas virtuales, cursos, e incluso algunas aplicaciones de realidad aumentada, será interesante ver cuáles de esas innovaciones llegaron para quedarse y ser integradas en el esquema tradicional y cuáles serán olvidadas. La posibilidad de visitar un museo desde la comodidad de tu sala también abrió una puerta para aquellas personas que no se sentían muy cercanas al mundo del arte ¿te pasó que mientras recorrías las Galerías Uffizi desde tu ipad tu hermanito se quedó contigo para averiguar qué hacías?
Durante los siguientes meses con la paulatina reapertura de los recintos culturales, podremos tener una idea de qué efectos tuvo el 2020 en el mundo del arte, un año que sin duda marcó un parteaguas en cómo vivimos el arte hoy en día.
*Datos de Art Basel, The Art Newspaper y World Bank.